LUISBAIETTI-OPERA Y BALLET: IDOMENEO- (DOS ELENCOS ) TEATRO COLON

_ Idomeneo, re di Creta ossia, Ilia e Idamante [Idomeneo, rey de Creta]
Ópera seria en tres actos
Música de Wolfgang Amadeus Mozart
Libreto en italiano de Giambattista Varesco, según un texto en francés de Antoine Danchet
Estreno: 29 de enero de 1781 en el Teatro de la Corte de Múnich
Primera representación en el Teatro Colón, 24 de septiembre de 1963
Nueva producción del Teatro Colón
Dirección musical: Ira Levin
Concepción y Dirección de escena: Jorge Lavelli
Diseño de escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda
Diseño de vestuario: Francesco Zito
Diseño de iluminación: Roberto Traferri y Jorge Lavelli
Idomeneo: Gustavo López Manzitti
Idamante: Florencia Machado
Ilia: Marisú Pavón
Elettra: Macarena Valenzuela
Arbace: Santiago Ballerini
Gran Sacerdote de Neptuno: Gabriel Centeno
La Voz: Cristian Maldonado

Orquesta Estable del Teatro Colón

Coro Estable del Teatro Colón

Dirección del Coro: Miguel Martínez

_Con IDOMENEO, su 13er. Opera escrita cuando tenía 25 añosde edad Mozart entra decididamente en la fase más importante de su carrera. A partir de alli cada título será un mojon en la CARRERA HACIA LA MADUREZ TOTAL Y A LA CREACIÓN DE SUS GRANDES OBRAS MAESTRAS.

En Idomeneo Mozart exhibe como en toda su carrera su fabulosa inventiva musical, la belleza de sus melodías y una habilidad mas recientemente adquirida de hacer que la música refleje los sentimientos íntimos de sus personajes ( y el argumento de esta Opera cómo se presta para ello ¡! ) mucho más que las palabras que pronuncian.

Es verdad que IDOMENEO paga tributo al género “ opera seria “ al cual se apega, con sus sucesión intercalada de recitativos acompañados por clave y arias acompañadas por orquesta y la general falta de acción ya que la mayor parte de todo lo que ocurre ocurre fuera de escena y nos es narrado por los personajes.

Mozart después abandonará este esquema y producirá obras enteramente logradas en lo teatral que no se sometieron a este estrecho molde

Tal como está , la obra presenta un arduo desafío para quienes proyecten montarla, desafío que se traduce en tres exigencias fundamentales :

-un director musical de gran fuste, que sepa conversar con la delicada instrumentación de Mozart y al mismo tiempo hacerla vivir

-un director escénico que logre darle teatralidad a un texto que en definitiva no la tiene

-un cuadro de intérpretes capaces de sacar el alma para afuera y hacer que la emoción se proyecte a los espectadores a través de la música.,

La versión del Colon tuvo algunas de estas cosas pero no todas.

IRA LEVIN al frente de la orquesta ratificó

todas las condiciones que le conocemos y fue un sutil concertador obteniendo un buen desempeño del conjunto .Pero padeció de dos problemas : una exagerada morosidad en los tempi y un volumen que no estaba en consonancia con los cantantes que tenía sobre el escenario y que tendieron a desaparecer en más de un momento.

JORGE LAVELLI planteó una puesta atemporal y con un escenario casi por completo vacío, procurando llenarlo con movimientos casi coreográficos del coro vestido además con largas capas que cubren a 6 personajes cada una, con lo cual los movimientos adquirieron una gran belleza plástica que es justo destacar. La escenografía por el contrario fue más fea que despojada y muy pobremente ejecutada notándose defectos de confección que normalmente no son vistos en un escenario.

Pero la limitación mayor de la puesta es que Lavelli poco y nada se ocupó de los personajes principales y del drama que viven, dejándolos la mayor parte del tiempo inmoviles como si se tratara de una versión de concierto. Se sumo a ello la extraña elección de la vestimenta que incluyó un deslumbrante y expresivo traje de Elektrta, un absurdo “ vestido “ que portaba Idamante que ponía más de relieve aún que el intérprete es una mujer y convirtió las escenas de amor con Illia en una suerte de propaganda avant la lettre del matrimonio igualitario, y la poco lógica idea de presentarnos al Rey, centro del conflicto y que termina teniendo que ceder su poder, constantemente descalzo y vestido como un pordiosero. ( o es que Creta estaba ya en default ¿?) No es de extrañarse entonces que pese a los esfuerzos de algunos de los intérpretes el drama no haya llegado a la platea , y no haya conseguido conmover como debería, siendo de percibir una fuga considerable de espectadores en los intervalos y un aplauso adormilado al final de los que se quedaron para verlo..

El Colón presentó dos elencos. En el elenco importado RICHARD CROFT lució gran familiaridad con el estilo mozartiano y una impecable coloratura pero una voz de escaso volumen que tendió a ser cubierta por la orquesta y escasa inclinación actoral. VERONICA CANGEMI deslumbró como Ilia con una bellísima voz y estupendos, etéreos pianísimos haciendo muy buena pareja con el tambien delicado trab ajo de JURGITA ADAMOYNTE como Idamante . Ambas intérpretes pudieron haber dado mucho más con un a regie mas atenta al drama .EMMA BELL fue una impactante, ovacionada Elektra con un punto altísimo en el aria del tercer acto cantada con toda la fuerza que este difícil fragmento requiere.

En los papeles comprimarios SANTIAGO BALLERINI ratificó su carrera ascendente haciéndose oír con facilidad en el vasto Auditorio y no logró crear mejor personaje porque fue vestido por un enemigo jurado suyo., Ivan MAIER dejó la impresión de ser un Idomeneo en ciernes y MARIO DE SALVO fue un sonoro Neptuno.

Para alivio de todos el elenco nacional no fue esta vez superior al elenco importado como ha venido ocurriendo con exagerada frecuencia en el Colón , pero peleó palmo a pal mo en calidad.

GUSTAVO LOPEZ MANZITTI no es un especialista mozartiano y cantó la coloratura del aria a la defensiva ( pero bien ) pero en cambio tiene una voz mucho más sonora, pudo hacer gala del contraste entre sus notas graves y agudos en pianísimo e intentó dar una versión más sentida del drama hasta donde la puesta se lo permitió.

MARISU PAVON y FLORENCIA MACHADO estuvieron delicadas e impecables en los papeles de Ilia e Idamante y MACARENA VALENZUELA salió airosa del difícil compromiso de siendo una soprano lírica encarar esta parte tan pesada, conquistando por su calida musical, el inteligente uso de la mezza voce y la fuerza expresiva.