miércoles, 23 de septiembre de 2015

DON CARLO- TEATRO COLON-ELENCO LOCAL

DON CARLO- ELENCO NACIONAL

Cabe ante todo felicitar al Teatro  Colón por haber retomado la antígua política de realizar un par de              funciones extraordinarias de la Opera, dándole la oportunidad a los cantantes que han oficiado de covers del elenco principal, probarse en escena y hacer conocer al público su trabajo.
Es obvio que para que esta política de resultados, es necesario que se practiquen en estas funciones precios populares ya que de lo contrario el público tenderá a ver los espectáculos de abono, partiendo de la base de que el elenco importado por incluir cantantes de prestigio en el exterior, tendrá un nivel de calidad superior al local, cosa que últimamente no se ha venido dando .
Infelizmente el Teatro trabajó en contra de si mismo porque si bien estableció precios populares ( la platea costaba 30% del precio en las funciones de abono, o sea un descuento del 70% ) no divulgó lo que estaba haciendo y la gente que últimamente huyó del Teatro por no poder pagar los precios astronómicos que se estaban cobrando, no se enteró de la novedad y no regresó, dando por resultado una sala sólo parcialmente llena.
Y es una pena porque la función fue muy respetable. No creo que haya muchos Teatros en el mundo que pueden darse el lujo de presentar una versión digna de esta difícil ópera con sólo los cantantes locales.
En primer lugar, claro, estuvo la misma producción escénica que ya he comentado al hablar del primer elenco. Una puesta en escena con gran despliegue visual que más allá de algún detalle objetable, nos trasporta de vuelta a los espectáculos de cuando el Colón era el Colón y se veían producciones magníficas, que además respetaban rigurosamente el espíritu de la obra presentada.
El regisseur EUGENIO ZANETTI volvió a recibir la mayor de las ovaciones a la hora de los saludos finales, por un público que ya había comenzado a resignarse a sólo ver versiones atrozmente modificadas de las Operas que se presentaban.
ZANETTI  es más un esteta que un director teatral y ello fue notorio por ejemplo en la belleza de todas las escenas de conjunto y la disposición de todos los elementos en el cierre de cada acto, que parecieron destinados a ser inmortalizados en un cuadro.
No es quizás un gran director de intérpretes y me parece que cada uno quedó sujeto al uso de su propio talento a la hora de crear los personajes, de allí que haya habido bastante disparidad entre ellos.
Es de lamentar que anoche un error perjudicó precisamente a la mejor lograda de las escenas : la quema de los flamencos condenados por herejes, un gran logro de la puesta, por su logrado realismo, que ayer no se vio porque por un error el fuego comenzó demasiado tarde cuando ya el telón estaba bajando.
En el elenco hubo dos triunfadores netos de la noche GUSTAVO LOPEZ MANZITTI y  EMILIANO BULACIOS. Ambos debieron estar en el primer elenco porque fueron notoriamente superiores a sus pares importados.
Manzitti nos dio  un bellísimo retrato musical y actoral del torturado protagonista de la obra, un papel agotador, complejo, que canta en casi todas las escenas y no tiene una sola aria para lucirse. ( la única aria está en el primer acto, cortado en esta versión )- Gustavo , con su voz de timbre ahora mucho más agradable al oído que en los primeros tiempos de su valiosa carrera, dotada de un cierto color baritonal, que logra remontarse al agudo sin que haya contraste de coloración, nos dio un finísimo retrato, de gran valor emotivo y absolutamente en control de la parte vocal, con una delicada ejecución de la línea melódica verdiana. Supo además reponerse rápidamente de una entrada en falso en el primer acto, repitiendo las dos sílabas cantadas antes de tiempo casi sin que nadie percibiera el lapsus.
Bulacios impactó con su desbordante vocalismo que se agigantó si se lo compara con la pobre prestación del intérprete titular, con una voz que sonó a destruída por el tiempo pese a la juventud relativa del cantante.
CARLOS ESQUIVEL en el papel menor pero difícil del Fraile dio una excelente versión, alejada de las dificultades que el papel ofreció a Debevec por ser demasiado agudo para su voz.
El peor compromiso de la noche lo tuvieron LUCAS DEBEVEC MEYER y  ALEJANDRO MEERAPFEL que sustituían a los que por lejos habían sido los mejores integrantes del elenco titular.
Meerapfel estuvo correcto, con algunas notorias dificultades en el ascenso hacia los agudos, que en más de una vez parecieron fuera de afinación y un timbre que en ciertas zonas de la voz no es de los más agradables. Actuó correctamente un papel que en esta versión no logra decir a que vino.
Debevec se entregó con alma y vida al personaje en una intensa  interpretación que yo hubiera preferido más sobria, menos extrovertida. En algunas escenas su Felipe II estuvo muy cerca de caer en el melodrama. En lo vocal lució un buen caudal y solidas notas graves, asi como también un sonido que parece demasiado gutural y ciertas dificultades a la hora de remontarse hacia los agudos.

MARIA LUJAN MIRABELLi había ya cantado la EBOLI  en el elenco titular hace unos 11 años y había obtenido un buen éxito personal pese a que había salido a escena casi sin ensayos. Cantante del coro estable del cual se ha jubilado, no recibió  un trato justo del Teatro que después de ello la contrató en contadas ocasiones y no para papeles de la talla de EBOLI. Es así que ha hecho fuera del Colon sucesivas AMNERIS, AZUCENA, LA FAVORITA  y nunca tuvo la oportunidad de hacerlas en el Teatro. Esta vez casi ocurre lo mismo porque la idea original era que no hubiera funciones con elenco local. Y el Teatro además cometió una clara injusticia cuando VIOLETA URMANA  dejó de ser de la partida ( hay quien dice que nunca estuvo contratada )-
Si bien ni Mirabelli ni ningún admirador suyo, entre los cuales me cuento, podría quejarse de que ocupara un segundo plano frente a una cantante de los quilates de la Urmana, me parece una total falta de respeto al cantan te nacional que se haya preferido traer a una cantante internacional ya pasada de su mejor momento para hacer algo que la cantante local, a quien el Teatro le debe algunos favores,  demuestra ahora que podía hacerlo igual o más bien mejor.
Mirabelli hizo una Eboli volcánica y bien cantada en general con un punto alto en el OH DON FATALE  donde exhibió un registro agudo firme y de importante volumen, más allá de alguna ocasional estridencia que, justo es decirlo, aparece con frecuencia en las interpretaciones de las mezzos-mezzos que cantan este papel  muy exigente con el registro agudo al punto que en más de una oportunidad lo cantan las sopranos. Fue además  impecable la manera en que resolvió la difícil aria del velo con su coloratura endemoniada , cantada en mezza voce. Fue perjudicada en la primer estrofa por una mala idea de Zanetti de colocarla bien atrás en el escenario ( no se hace eso con una cantan te que canta una de las arias más difíciles de la obra y del repertorio para mezzo  !!!) y la fuerte orquestación de Levin que es impiadosa.
El caso de HAYDEE DABUSTI es diferente . Puede decirse que recién ahora está debutando en el Colón tras una serie de papeles de cover sin función  y algunos papeles menores. La cantante ha construido a puro esfuerzo propio una carrera de prestigio cantando roles particularmente difíciles y pesados  como ODABELLA (ATTILA ) ABIGAIL (NABUCCO), NORMA. La gran duda es cómo sonaría su voz en este escenario enorme. Yo diría que no tuvo problema alguno con el volumen de la voz, que se la oyó perfectamente en todo momento y que además superó la barrera de la orquesta, el coro y los demás cantantes en todos los concertantes. Cantó además siempre afinada y segura. Y sin embargo uno no podía dejar de sentir que no era una interpretación a la altura de sus dos experiencias anteriores con el papel, en condiciones mucho más desfavorables pero en escenarios de reducida dimensión. Sucede que , contrariamente a lo que ocurre con los cantantes cuando van avanzando en años de carrera, la voz de HAYDEE está poniéndose cada vez más lírica ( o está recuperando su cualidad natural ¿?), más clara y eso deja en quienes estamos acostumbrados a fuertes sopranos spinto en la parte, la sensación de que nos está faltando algo, de que nuestros oídos no están siendo del todo satisfechos . Felizmente todo cambió en la escena final con DABUSTI dejando de lado toda cautela,y cantando con total fuerza y las debidas apoggiaturas una impecable versión del TU CHE LE VANITA seguida por un magnífico dúo en la larga versión completa,que incluye el famoso y exigente  fragmento “ heroico” o “bélico “ con el tenor. Se puede decir que en esas 2 magnificas escenas finales Haydee llegó finalmente al Colón.

LUISG.BAIETTI


ESTA NOTA SE PUBLICA AQUÍ COMO MERO ANTICIPO DE SU PUBLICACION POSTERIOR EN OPERA IN THE WORLD CON LAS CORRECCIONES DE ESTILO Y EL MATERIAL FOTOGRAFICO CORRESPONDIENTE, PUBLICACION QUE EN ESTE CASO SE VERA DEMORADA YA QUE LA CRITICA DEL DR.ALBERTO LEAL SOBRE  EL PRIMER ELENCO, QUE CORRESPONDE QUE SEA PUBLICADA EN PRIMER LUGAR SE RETRASARA ALGUNOS DIAS DEBIDO A QUE POR RAZONES DE AGENDA RECIEN PODRA VER LA SEGUNDA FUNCION DEL PRIMER ELENCO QUE OCURRIRA HOY A LA NOCHE.

5 comentarios:

  1. ESTA NOTA HA SIDO EDITADA POR EL MOTIVO QUE SE DETALLA A CONTINUACION

    En mi comentario sobre el elenco local incursioné en dos párrafos sobre un asunto personal que concierne a dos de los integrantes del elenco. Aparentemente estaba mal informado y lo que dije no se corresponde con la realidad. Por ello he decidido eliminar dichos párrafos , sin quitar o agregar una coma o un punto a mis consideraciones sobre los aspectos puramente artísticos del espectáculo. Es muy triste que lo que dije no sea verdad, pero de nada sirve colorear la realidad para hacerla adecuarse a nuestros mejores deseos. Lamento la confusión, y lamento sobre todo que las cosas no sean como yo erróneamente las describi.

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  2. Hola Luis. Estuve en la misma función extraordinaria del martes, pero mi juicio será opuesto al tuyo. La representación me pareció equivocada de cabo a rabo, con un par de decorosas excepciones. El director de orquesta interpretó la partitura a trazo grueso, sin matices y tapando permanentemente a los cantantes. El tenor tiene una voz débil y que en todo momento suena velada, además de que su timbre es sumamente ingrato a mi oído (ya me había pasado con el Werther del Avenida y ahora lo confirmo en una sala más grande). La mezzo no pegó ninguna coloratura en la canción del velo (claramente estaba fuera de sitio) y eso la condenó desde el principio. Felipe II, por voz y presencia, parecía más criado que monarca. La marcación escénica fue de lo peor que ví (no pudo haber sido más anodino el momento en que Don Carlo amenaza con su espada al padre y Posa lo desarma). En el otro extremo, la soprano Haydee Dabusti (a quien sólo conocía de nombre) exhibió una bella voz en punta, bien audible, y el coro me pareció ajustadísimo. No deja de ser divertido apreciar cómo una misma función genera percepciones tan divergentes. Es más, qué aburrido sería estar siempre de acuerdo! Saludos

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  3. Hola Francisco.Gracias por escribirme. Una de las cosas que lamento en mi blog es la falta de contribuciones de los que lo leen.
    Y coincido plenamente contigo en una afirmación : el mundo sería muy aburrido si todos pensasemos de la misma manera..

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  4. Pasa que muchas veces no se escribe por pudor, creyéndose uno con poca autoridad para contribuir en el blog de quien asiste a tantos espectáculos y se nota que expone desde un conocimiento real y presencial. Pero la autoridad sólo la dan los años, y mientras tanto se aprende mejor si además de leer, uno se anima a escribir aunque sea unas pocas líneas. Al menos es mi caso, que tengo poca experiencia en ópera pero gozo aprendiendo. Ahora que descubrí tu blog, espero seguir leyéndote y contribuir cuando pueda con alguna anotación. Por cierto, me gustó mucho que pese a la discrepancia, haya quedado publicada mi opinión. En otros blogs, no se publican los comentarios que critican negativamente representaciones o cantantes argentinos, aún cuando la crítica sea hecha sin nombre propio ni agravio.

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  5. MEA CULPA Y RECTIFICACION -

    Un grupo de amigos me ha hecho llegar hace varios días una nota reclamando por lo que a su leal saber y entender había sido un tratamiento injusto de mi parte para con el barítono de este elenco.
    Felizmente en mi condición de comentarista no profesional y mucho menos crítico de música, disfruto del derecho de poder rectificarme si considero que me he equivocado y así decirlo sin que se me quiebre la cara y sin sentir temor de perder respeto profesional.
    Es por eso que cuando recibo objeciones las estudio detenidamente. Y hay un par de ocasiones en que me he rectificado y hasta he pedido perdón. –Como fue el caso hace unos meses en que hice una referencia al abultado abdomen de un tenor, y uno de sus amigos me escribió quejándose frente a lo cual tomé la decisión de corregir el comentario que visiblemente era inelegante innecesario y ofensivo y pedir disculpas públicamente.
    Mis amigos me ofrecieron escuchar juntos una grabación que consiguieron de fragmentos de la función en cuestión y yo acepté de buen grado oírla, si bien lo que se oye en el Teatro no puede ser comparado con lo que se oye en una grabación donde el equilibrio sonoro no es el mismo y en el aspecto visual los close ups de las cámaras permiten ver detalles que por cerca que esté uno del escenario no consigue ver desde la platea.
    La audición aún no se concretó porque no hemos aún conseguido coordinar agendas, pero seguramente tendrá lugar y de ella hablaré en su debido momento.
    Lo que me lleva a escribir este comentario es que a raíz de la objeción planteada volvi a leer mi comentario y para mi estupor descubrí un grave error de concordancia entre sujeto y predicado que hace que el texto de hecho diga algo que no es lo que realmente quise decir. Y NOBLESSE OBLIGE, efectúo la corrección. Durante muchos días dudé de si hacerla de esta manera o escribir un nuevo comentario con la misma difusión que la nota original, pero en definitiva decidí que volver ahora sobre un tema controvertido y sin que haya podido oír aún la grabación ofrecida, sería un acto de desconsideración y falta de respeto.
    Lo que yo escribi en el comentario fue
    Meerapfel estuvo correcto, con algunas notorias dificultades en el ascenso hacia los agudos, que en más de una vez parecieron fuera de afinación y un timbre que en ciertas zonas de la voz no es de los más agradables. Actuó correctamente un papel que en esta versión no logra decir a que vino.
    Lo que quise realmente escribir fue :

    Meerapfel estuvo correcto, con algunas notorias dificultades en el ascenso hacia los agudos, que en más de una vez pareció fuera de afinación y un timbre que en ciertas zonas de la voz no es de los más agradables. Actuó correctamente un papel que en esta versión no logra decir a que vino.
    Puede parecer que la diferencia es sutil o insignificante pero para mí no lo es, máxime cuando una cosa que me sorprendió agradablemente en la actuación del barítono fue precisamente la precisión y firmeza de los agudos, sin los cuales encarar cualquier papel de baríto0no verdiano sería una verdadera locura.


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