sábado, 17 de octubre de 2015

COLON: CUATRO EN SIETE, ES BIEN MEJOR QUE CUATRO EN DIEZ, PERO AUN ES POCO.

 Me ha impresionado muy favorablemente la decisión del Colón de incluir en el abono sólo 7 de los 10 espectáculos que presentará este año y dejar al espectador en libertad para decidir si irá o no a ver a los otros 3-
De esta forma la proporción que compone el programa del abono es más lógica : 4 operas tradicionales , 2 modernas 1 del barroco, cosa que parecía totalmente desproporcionada cuando los números eran 4-5-1.
A mí en particular me resulta muy atractivo ver nuevamente  DIE SOLDATEN y PORGY AND BESS . Ambos títulos los vi hace muchos años, tantos que se puede decir que fue otra persona quien los vio, y con franqueza no me interesaron mayormente. Es una buena prueba verlos de nuevo en mi estado actual de madurez y ver si ha cambiado mi opinión.
Con respecto a DIDO Y ENEAS    dudo mucho que cambie en un ápice mi opinión dado que ( y es un gusto muy personal ) a mi el barroco me resulta soporífero. No se comunica para nada conmigo y dudo mucho que en esta versión  convertida en ballet, llegue a interesarme. La veré sin embargo con gran curiosidad y sólo garanto que permaneceré hasta el final porque la obra no es demasiado extensa. Y me parece muy justo, más allá de mis preferencias personales que la temporada incluya uno de estos títulos, si bien hubiera preferido una versión más fiel al espíritu original.
 En las nuevas proporciones de 4-2-1 nada tengo que criticar a la ecuación y no me siento ya obligado por el Teatro a ver lo que no quiero ver. Sólo diría que la cantidad de operas tradicionales es muy escasa y que de esta manera con 4 títulos por año se empobrecerá notoriamente el conocimiento que tenemos de este repertorio.
Suerte que esto viene a ocurrir en épocas en que como la presente, el espectador operístico tiene otras alternativas como son los títulos de las Compañías privadas, algunos teatros cercanos como el ARGENTINO DE LA PLATA ( que algún día saldrá de la crisis financiera que lo tiene semi paralizado ), EL ROMA DE AVELLANEDA, EL CIRCULO DE ROSARIO , EL SODRE Y EL SOLIS  DE MONTEVIDEO y –last but not least-, LAS TRASMISIONES EN VIVO DEL MET Y EL COVENT GARDEN.
Si del Colón dependiera exclusivamente  poco a poco iríamos perdiendo el contacto con los grandes maestros del bel canto ( que en general son mala palabra para los modernistas ) con Wagner ( no habrá ninguna ópera suya en el 2016 ) y tendríamos  una dieta muy austera con Verdi, con la opera francesa, con el verismo. El espectador lírico ,de no mediar las temporadas de las compañías privadas, que ahora serán nuestro sustento principal, perderá contacto con los grandes títulos del repertorio, alejándose cada vez más del nivel de conocimiento que tienen los felices amantes de la ópera que tienen cerca al Met, al Covent Garden a la Opera de Viena o a la Scala de Milan o tan siquiera a la Opera de Chile, Teatros  que no han decretado el fin de la ópera tradicional.
El Colón del siglo XXI habrá logrado sortear el peligro de que tal papel sea desempeñado por la Ballena Azul del próximamente rebautizado CCK, pero al costo de perder definitivamente el título del principal teatro lírico del continente.

ANEXO PARA DISCUTIR - –COMO SERIA UNA TEMPORADA MEDIANAMNTE EQUILIBRADA PARA UN TEATRO QUE ASPIRARA A SER UN GRAN TEATRO LIRICO-

2  operas de bel canto, con énfasis en ROSSINI,DONIZETTI o  BELLINI
2 operas de Verdi, de preferencia una de Verdi joven y una de Verdi intermedio o maduro
1 opera verista incluyendo como tal a Puccini
1 opera francesa
1 opera de Wagner
1 opera alemana de otro autor.
2 operas modernas
1 opera de Mozart
1-del barroco.
No es un absurdo imposible de alcanzar. Observen que es un total de 12 espectáculos , apenas dos más que la temporada de este año.
Ahora bien, habría que analizar muy bien que tipo de producciones se presentarían. No creo que las puestas de las obras clásicas deban ser “ puestas de museo “ donde se intenta reproducir las condiciones en que los títulos eran ofrecidos cuando se estrenaron. El Teatro ha evolucionado mucho y hay recursos que antes no existían que permiten realzar el sentido de una opera, hacerlo más actual. Pero una cosa es actualizar el estilo de representación y otra cosa bien distinta es poner piernas para arriba todo el argumento de la Opera, hacer que lo que se vea guarde escasa o nula relación con  lo que se ve ( pongo por caso por ser un ejemplo reciente el primer acto de la reciente versión de RUSALKA  donde la escena de las ninfas en el lago fue sustituida por prostitutas en un prostíbulo ) desvalorizando completamente la  música que al no correlacionarse con la escena, pierde buena parte de su efectividad y su sentido.
Está muy bien que el Colón experimente con  nuevos títulos , nuevas presentaciones. Pero que no olvide que ya no está solo en el mercado. Tiene competencia y si persiste en una tónica elitista perderá necesariamente la batalla por el público.
No vaya a ser que el público que quiera mantenerse informado de lo que ocurre en el mundo de la Opera y cuáles son los nuevos cantantes en ascenso, deba confiar en las versiones filmadas o en algún ocasional viaje a Chile.


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